Por: Felipe Argote
En julio de 1944 el coronel del estado mayor Berthold Schenk Graf von Stauffenberg y un grupo amplio de conspiradores intentaron asesinar a Adolf Hitler colocando una bomba en un maletín que ubicó debajo de la mesa del salón de reuniones de uno de los bunkers de Hitler situado cerca de Rastenburg en el este de lo que en esos momentos era la Prusia Oriental, actualmente ubicado en Polonia. Momentos después de que el coronel von Stauffenberg dejara el salón, alguien tropezó con el maletín y lo movió para que no estorbara detrás de una columna. Esto le salvó la vida al führer (líder). Aunque murieron varios miembros de su estado mayor y otros tantos quedaron heridos Adolf Hitler salió del recinto levemente herido con algunas esquirlas en la pierna solamente.
Un mes antes, el 6 de junio de 1944 se había desarrollado el llamado día D. Se trató de un desembarco masivo de tropas aliadas en las playas de Normandía. Desembarcaron en ese día y los subsiguientes, tres millones de soldados de EEUU, Canadá, Inglaterra, Francia, Polonia y republicanos españoles. Al mismo tiempo el ejército rojo avanzaba en el este y ya había recuperado parte de Polonia.
Mientras eso sucedía en Europa en Hampshire, Estados Unidos de América, entre un grupo de apacibles montañas denominadas con nombres de presidentes en donde destaca el colosal monte Washington, en un complejo denominado justamente George Washington en Bretton Woods, representantes de 44 países se reunían en la llamada Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas. El objetivo era establecer un nuevo orden económico mundial que surgiría al finalizar la segunda guerra mundial.
En esta conferencia surgieron básicamente dos posiciones: la del Reino Unido liderada por el muy prestigioso Sir John Maynard Keynes quien presentó la propuesta de crear el International Clearing Union, un fondo de compensación internacional en donde los países con excedentes monetarios transferirían estos hacia los deficitarios y el Bancor una moneda internacional respaldada por las monedas fuertes y de cambio fijo. Por otro lado estaba Harrry D White por los Estados Unidos de América quien presentó la propuesta de crear el esquema del patrón dólar oro a una tasa fija de 35 dólares la onza de oro a partir del cual se establecerían los términos de intercambio monetario con los demás países. Harry White era el negociador principal de la delegación estadounidense tras de la cual se encontraba el secretario del tesoro Henry Morgenthau.
Estaba terminando la segunda guerra mundial, EEUU había amansado una vasta fortuna vendiendo armas y prestando dinero a sus aliados, al punto que guardaba en sus arcas especialmente en Fort Knox el 80% de todo el oro del mundo. A la vez producía dos terceras partes del petróleo del mundo y la mitad del carbón. Este peso específico fue aprovechado por los norteamericanos haciendo aprobar su propuesta del patrón dólar oro y luego en la creación del llamado Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo más tarde llamado Banco Mundial, y el Fondo Monetario Internacional con peso en la votación correspondiente a los partes de los 8,800 millones de dólares con que debía iniciar el capital de estos bancos. Así a Estados Unidos le correspondía el 31%, a la Gran Bretaña el 14.89%, a la Unión Soviética 13.6%, a China el 6.3% y a Francia el 5.1%. El resto seria aportado por los demás países.
Con el gran peso porcentual controlado por los Estados Unidos se establece la sede de ambas instituciones bancarias en su país e impone su dirección administrativa. Japón, Alemania e Italia por supuesto no participaron porque representaban el eje que estaba en esos momentos arrinconado por el ejército de los aliados. Pero aun faltaba más de un año y dos bombas atómicas para que finalizara la guerra.
También surge de esta cita en Bretton Woods el acuerdo denominado Acuerdo General de Aranceles y Comercio por sus siglas en ingles GATT (General Agreement on Tariff and Trade) que fue la génesis de lo que finalmente culminó en 1995 con la creación de la Organización Mundial de Comercio.
Al final de la conferencia, la Unión Soviética no ratificó los acuerdos. China durante la conferencia fue representada por el gobierno del Kuomingtang, pero con la derrota de los nacionalistas por parte de Mao Zedong en la guerra civil, China Popular se desentendió de los acuerdos de Bretton Woods.
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