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22 de junio de 2011

LA OREJA DE VAN GOGH

Por: Felipe Argote


Vincent Van Gogh tan solo estuvo diez años de su vida dedicado a la pintura. Sus diez años más tormentosos, los últimos de su relativamente corta existencia. Murió a la edad de 37 años de un balazo en el estómago que se infligió él mismo en una fase maniaco depresiva de su esquizofrenia.

Hijo de un pastor protestante, inicio a trabajar a la edad de 16 años en la galería Goupil de la Haya, gracias a la influencia de su tío Vincent quien era su director. Allí inició sus conocimientos de arte, aunque no pensaba dedicarse a pintar él mismo. En 1872 en una visita a la familia en Groot Zunder en los Países Bajos inicia una relación muy especial con su hermano Theo que sería su único amigo y mecenas hasta el día de su muerte.

En 1873 fue trasladado a la sucursal de la galería en Londres. Allí se enamora de la hija de su jefa y recibe un rechazo. Ese fue el primer golpe que lo lleva a la depresión. Decepcionado se traslada a Paris. Su depresión lo lleva a refugiarse en la religión. Decide dedicarse a ser pastor protestante como su padre. Con este argumento es ayudado financieramente por su padre para trasladarse a Ámsterdam pero fue rechazado por el seminario cristiano protestante. Muy deprimido se traslada a Bruselas donde es aceptado como pastor y se le destina a la región minera de Morinage. Allí Vincent se siente conmovido por la pésima situación de estos trabajadores al punto que se compromete con ellos en una huelga. Esto determina que la iglesia lo expulsara de su condición de pastor. Nuevamente fracasado se traslada a Paris donde por fin le envía una carta a su hermano con quien sostuvo correspondencia hasta el día de su muerte para anunciarle que había decidido dedicarse a la pintura. Era el año 1880.

A esa edad de veintisiete años Vincent se enamora de una prima mayor que él. Ella también lo rechaza. Esta vez el artista se refugia en la pintura. Allí se inician los diez años de producción frenética con momentos de euforia y momentos de profunda depresión que se ven claramente reflejados en sus pinturas.

En 1876 su hermano Theo le presenta a los pintores impresionista Gauguin, Pisarro y Renoir entre otros. La influencia especialmente de Gauguin es inmediata. En esta época sin embargo queda inmerso en la vida parisina, se dedica a la bebida y entabla una relación con una prostituta de quien se dice le pegó la sífilis, con quien pretendía casarse, pero que abandonó por insistencia de Theo.

Se traslada luego a Arles al sur de Francia en donde se desarrollan sus mejores creaciones y donde también es influenciado por la pintura japonesa. Allí inicia la idea de crear un grupo de impresionistas del sur e invita a Gauguin a la casa que renta y se interesa por decorarla con sus ahora famosas obras “girasoles” y “el dormitorio”

Tras una fuerte discusión con Gauguin alrededor del tema de una pintura de Rembrandt éste se regresó a Paris. Vangogh se arrancó furioso la oreja y se la envió a una prostituta que ambos conocían. Luego cae en una profunda depresión de la cual nunca se recupera. Es internado en el hospital Saint Remy cerca de Arles donde el doctor Peyron le diagnostica epilepsia, aunque se conoce de su esquizofrenia y probablemente sífilis.

En mayo de 1990 se traslada a Paris a visitar a Theo, allí su hermano lo hace revisar por el doctor Paul-Ferdinand Gachet. Este lo encuentra mejor y lo da de alta. En gratitud Vincent le pinta un retrato y luego regresa al sur de Francia, a Auver donde un mes más tarde, en una nueva recaída de depresión, decide suicidarse. Su hermano Theo no se perdona el no poder haberlo evitado. Se deprime profundamente y un año después muere.

En toda su vida Vincent Van Gogh tan solo logró vender dos cuadros. Sin embargo el cuadro que le pintó al doctor Gachet fue comprado en 1990 por el multimillonario japonés Ryoei Saito por 82,5 millones de dólares.

Van Gogh fue influenciado por los impresionistas, los puntillistas y más tarde por los grabados japoneses, pero el mismo desarrollo la técnica denominada el empaste que consiste en colocar capas de pintura esperar que se seque y luego colocar otra capa en los lugares que se pretende dar una sensación tridimensional.

En la muestra que se mantiene en el museo Van Gogh de Ámsterdam que guarda la mayor parte de las pinturas, los dibujos y las cartas a su hermano Theo, se puede apreciar cómo en algunas partes de las obras el empaste es tan grueso que se dice que el pintor apretaba muchas veces el mismo tubo de pintura sobre el lienzo.

En este museo se ha recreado “el dormitorio” en una de las alas colocando artículos similares al de su famosa pintura.

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19 de junio de 2011

LA CIUDAD DE LAS BICICLETAS

Por: Felipe Argote


Me resulta sorprendente a mi mismo que inicie este artículo escribiendo que lo que más me sorprende de Ámsterdam es que todo mundo anda en bicicleta. Bueno, si hay automóviles, pero afirmar que todo el mundo anda en bicicleta es una generalización que pasamos como licencia poética. No se observan tranques. Esto es así porque hay más bicicletas que en China (otra licencia). Es increíble ver a ejecutivos de saco y corbata, mujeres bien trajeadas, jóvenes, niños, ancianas, formando una marabunta de bicicletas moviéndose acompasada y organizadamente en diferentes direcciones.

Se calcula que de los 750,000 habitantes de Ámsterdam 700,000 son ciclistas. Existen 7 millones de bicicletas de las cuales anualmente se reportan 80,000 robadas y 25,000 terminan en el fondo de alguno de los canales de la ciudad. Yo creo que muchas de las consideradas robadas están perdidas entre las miles de bicicletas que se aferran mediante cadenas a puentes, cercas, verjas, postes árboles y cualquier objeto fijo, aunque es evidente que una gran cantidad se dejan a merced de los ladrones de bicicletas a pesar de la reiterada advertencia de las autoridades.

En Ámsterdam por supuesto que es notable su gran cantidad de canales ya que la ciudad está construida literalmente sobre el mar, a partir de un dique ubicado en lo que hoy se denomina Dam Square donde se alza la denominada Nueva Iglesia y el Monumento Nacional a los caídos durante la segunda guerra mundial, donde en el momento en que se celebraba la rendición de Alemania, el destacamento nazi disparó contra la multitud asesinando a cientos de civiles.

Desde Dam Square se ubicó el dique en la desembocadura del rio Amstel, que luego fue pavimentándose en todo su alrededor, ganándole pulgada a pulgada pedazos de mar.

Ámsterdam es parte del llamado reino de los países bajos o Nederlands, muchas veces referido como Holanda, lo cual es un error ya que Holanda septentrional y Holanda occidental son solo dos provincias del reino que incluye a las islas caribeñas de Saint Martin, Aruba y Curazao que sin embargo están en proceso de independencia o al menos de un estatuto de autonomía.

Los Países Bajos se encuentran en una tercera parte debajo o al nivel del mar. Ámsterdam es formalmente la capital pero en realidad todas las sedes políticas y judiciales, inclusive el parlamento, se encuentran en La Haya. Más aun, la capital de la provincia de Holanda septentrional, del cual Ámsterdam es parte, queda en Haarlem.

Ámsterdam es uno de los lugares turísticos más codiciados del mundo debido a sus diferentes alternativas de mercado de turistas. Posee fabulosos museos entre los que sobresalen sin duda el museo Van Gogh, el museo de Rembrandt y la casa de Ana Frank. Tiene centenares de bares y restaurantes esparcidos por todo el centro de la ciudad que parecen eternamente animados, los innumerables canales cortan la ciudad en todas las direcciones donde se pasean turistas y locales en botes y barcas. Finalmente por supuesto los llamados coffe shop donde se permite la venta y consumo de marihuana y el llamado “red light district” donde no solo se permite la prostitución sino que se exhibe públicamente en vitrinas.

El red light district que debe su nombre a la vieja costumbre de dejar un farol rojo afuera de la casa de las prostitutas, es una de las áreas más contradictorias del mundo. Mientras un verdadero mar de turistas recorren el sector, incluyendo familias enteras con niños, en varios lugares se exhiben las prostitutas, en otros se conmina públicamente a los transeúntes a adquirir boletos en teatros en donde se promete sexo en vivo, y en medio de todo, una iglesia medieval anuncia con sus campanas el inicio de la misa y un grupo tomado de las manos reza en medio de la calle dirigido por un pastor protestante vestido de ejército de salvación.

Todo esto ocurre a plena luz del día, aunque sean la 10 de la noche, porque en Ámsterdam, en esta época del año, el sol se pone a las once de la noche y ya a las cinco de la mañana se asoma nuevamente en el horizonte.


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