Por Felipe Argote
Para comprender la situación de
esta área denominada región administrativa especial de Hong Kong debemos partir
del siglo XIX, al final de la primera guerra denominada del opio. Al final de
la guerra los británicos arrebatan esta isla de 1,100 metros cuadrados, el
doble de isla de Coiba, en donde viven 7.5 millones de habitantes con el
tratado de rendición de China llamado Tratado de Nankín.
Durante el siglo XIX se desarrolla
un gran comercio desde China hacia Europa y Estados Unidos fundamentalmente
demandando productos como seda, te y porcelana. Sin embargo este comercio adolecía
de dos problemas: que los barcos regresaban vacíos con lo cual se duplicaba el costo
del flete y lo segundo es que al no existir demanda de productos ingleses había
que pagar con metales preciosos, específicamente con plata.
Como los chinos no tenían mayor interés
en productos ingleses, la mayor potencia mundial en ese momento empezó a llevar
opio que cultivaban en sus colonias de la India. Esto inicio el primer gran
problema de adicción de la población china. Se calcula que un chino promedio en
aquel tiempo gastaba dos terceras partes de su salario en la compra y consumo
de esta droga cuyo componente principal es la heroína.
A finales de la década del treinta
del siglo XIX la cantidad de adictos se convirtió en un problema social por lo
que el emperador Daoguang decidió nombrar a Lin Hse Tsu para frenar el tráfico
de opio. Este le aconsejó al emperador prohibir el consumo de la droga. Lin Hse
Tsu envió una carta a la reina Victoria rogándole detener el tráfico de drogas y
solicitando el respeto a las reglas del comercio internacional que prohibía la comercialización
de sustancias tóxicas. Además le informaba que “hemos decidido castigar con
penas muy graves a los mercaderes y a los fumadores de opio, con el fin de
poner término definitivamente a la propagación de este vicio. (...) Todo opio
que se descubra en China se echará en aceite hirviendo y se destruirá. En lo
sucesivo, todo barco extranjero que llegue con opio a bordo será incendiado
(...) “ La reina victoria se negó a
detener el tráfico de drogas y en cambio el trasiego de opio a China se elevó
considerablemente. El enviado del emperador Lin Hse Tsu ordenó entonces la destrucción
de 2,000 cajas de opio.
Como respuesta el ejército inglés
ataca militarmente a China. El imperio no pensaba
desperdiciar un negocio que
daba márgenes de 40% y creaba un ejército de adictos que se convertían en
clientes cautivos consumidores de droga que en cambio no vendían entre sus
propios nacionales en Reino Unido. El enfrentamiento inicia en 1839 cuando se
dieron confrontaciones creadas por marineros ingleses y norteamericanos. Lin
Hse Tsu exigió castigo a los delincuentes, pero esto no fue aceptado por los británicos.
El 15 de agosto se cortó el suministro a los británicos exigiendo que se
castigara a los culpables.
En septiembre llegan barcos de
guerra británicos desde Singapur que inician el enfrentamiento de la llamada primera
guerra del opio, que finaliza el 29 de agosto de 1842 con una contundente
victoria por la superioridad de fuego de los británicos quienes imponen el
tratado de Nankín. Este tratado de rendición incluye la indemnización a los
ingleses de 21 millones de taeles de plata (un tael son 40 gramos), se entrega la
isla de Hong Kong a los ingleses, se eliminan los aranceles de importación a todas
las mercancías incluyendo el opio, se concede la entrada a los puertos
principales de China como Shaminan, Amoy, Ninbó y Shanghai y les otorga extra territorialidad
a los británicos o sea que no se la aplican las leyes chinas. Dos años después Estados
Unidos y Francia aprovechan la debilidad china para imponer tratados
similares.
Inmediatamente surgieron
levantamientos internos por estas imposiciones que fueron respondidas con más intervención
de las potencias extranjeras al punto de que en la década del cincuenta la
mayor parte de las aduanas eran controladas por las potencias occidentales. En esta
década los ingleses deciden exigir la ampliación del ya leonino tratado de Nankín
lo que inicia la segunda guerra del opio. Se trata de una confrontación creada
para llegar hasta Beijín, lo cual logran en 1858 imponiendo entonces el tratado
de Tianjin que le otorga indemnizaciones a Francia e Inglaterra de 2 millones
de taeles de plata a cada uno, diez nuevos puertos y hasta dos millones de
taeles de plata a comerciantes británicos que se quejaron de que se destruyeron
sus propiedades en la guerra. Finalmente se impone la denominada Convención de
Pekin donde los ejércitos de Inglaterra y Francia queman el palacio imperial
llamado Jardín del Perfecto Brillo que era la residencia principal del
emperador como una forma de humillación a los vencidos.
A finales de siglo XIX surge el Levantamiento
Yihétuán conocido en occidente como el levantamiento de los boxers. Se trataba
de un grupo adiestrado en artes marciales que ataca a los colonialistas, pero
es derrotado. Esta última derrota sin embargo lleva finalmente a la caída de
2000 años de imperio y el surgimiento de la república con la abdicación del
emperador Puyi de 6 años.
Después del regreso a China, Hong
Kong se vio envuelto en varias dificultades como la crisis financiera asiática de
1997, luego la gripe aviar y la epidemia del SARS de 2003. Su economía pasó de
ser basada en industria a finanzas, comercio y comunicaciones. Con el concepto
de un país dos sistemas tienen su propia moneda, el dólar de Hong Kong, poseen
un PIB de 369,000 millones y un PIB per cápita de 50,000 dólares. Paso a paso el gobierno central chino
ha ido desmontando el régimen especial en materia política, no económica. Hong
Kong sigue siendo considerada un área de gran libertad económica aun por encima
de Singapur.
El gobierno chino ha implementado
el sistema de pre selección de candidatos antes de las elecciones y la ley de extradición
que permite enviar a juicio a delincuentes al centro de China lo que ha
desatado la llamada revolución de los paraguas. Adicional China ha decidido
criminalizar a quienes piden la independencia o favorezcan la intervención
extranjera. Estados Unidos e Inglaterra han intervenido en la situación amenazando
con sanciones, sin embargo, el gobierno chino los ha desacreditado exigiendo que
no se involucren en los asuntos internos de su país.
Inglaterra que ocupó la isla
desde la guerra del opio amenaza con dar visas y favorecer la nacionalización
de los nacidos en Hong Kong. En respuesta el embajador chino Liu Xiao Ming acusa
a Reino Unido de grave injerencia y les advirtió que Reino Unido no tiene
soberanía, jurisdicción ni derecho de supervisión sobre Hong Kong.
El ochenta por ciento de la población
de Hong Kong se reclama agnóstica o atea. El resto se divide en budistas y minorías
católicas, protestantes, musulmanes y unos pocos judíos.
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