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9 de marzo de 2021

COMO ANDA LA ECONOMIA 2021: EL FRACASO DEL MODELO NEOLIBERAL

 

Por Felipe Argote



 Ya es un hecho, Panamá es uno de los países con la mayor caída de la economía en el planeta, casi el doble del peor país Latinoamericano sin contar Venezuela. Países con economías mucho mas endebles han salido mejor librados de la pandemia que tiende a terminar.

Actualmente en el mundo tan solo China muestra crecimiento del PIB, pero el resto de los países, a pesar de la hecatombe económica mundial, presentan reducciones en el PIB menores que en la crisis financiera de 2008.

En efecto, en 2008 se dio la última gran crisis económica global. En esos momentos la mayor parte de los países aplicaban el modelo económico neoliberal liderados por Estados Unidos con el gobierno republicano de George Bush.

A pesar de que gran parte de los líderes mundiales habían jurado defender el modelo neoliberal que establece que el estado no debe intervenir en la economía, todos cambiaron de opinión en medio de la crisis. En efecto, estos gobiernos salieron a intervenir en la economía para salvar a las empresas y en especial a los bancos. Ya en 2020, doce años después con la pandemia estos países ya se sabían el libreto, por tanto no dudaron en impulsar desde el inicio planes de apoyo económico a las empresas y a las personas. A los primeros para garantizar la sobrevivencia del tejido productivo y a las personas para garantizar que existiera la demanda necesaria para mantener al mínimo el proceso productivo evitando hasta lo posible el cierre de empresas


Panamá no vivió la crisis financiera de 2008 porque nuestro centro bancario no cuenta con el respaldo del estado como prestamista de última instancia, por tanto los créditos bancarios se garantizan con los deudores y sus familias. Empujado por los efectos de la recuperación del canal y el inicio de la colosal obra de ingeniería que fue su ampliación, el equipo económico del PRD en ese momento llegó a la conclusión que la renuncia al modelo neoliberal de la década del ochenta no aplicaba a Panamá y que el crecimiento económico del país era producto del modelo económico en donde el estado no interviene en la economía. El resultado fue que dejaron el país con una recesión técnica, ya que el PIB creció en 2009 solo 1.2%, lo cual es inferior al aumento de la población.


Nuevamente a cargo en 2019 el equipo neoliberal del MEF renuncia a la inversión estatal, detiene la construcción del cuarto puente sobre el canal que ya había iniciado, detiene la construcción de la línea III del metro que ya contaba con financiamiento del gobierno japonés, detiene el hospital del niño, la ciudad de la salud sigue parada y muchos otros proyectos estatales se congelan. En cambio apuestan a crear alianzas público-privadas para que sea la empresa privada con su dinero la que construya la infraestructura alejando al estado de la intervención. El resultado fue evidente. En 2019 la deuda se elevó $4,843 millones y la economía que ya venía desacelerada, con crecimiento de 5.6% en 2017 y 3.7% en 2018, se redujo aún más a 3% en 2019. El modelo que dejó de utilizarse en el planeta en 2008 reiteró su agotamiento 12 años después en el país que decidió ser el último refugio del modelo neoliberal clásico.

En esa pésima situación nos encuentra la pandemia en marzo de 2020. Lejos de cambiar el rumbo, a sabiendas que en los países más avanzados los gobiernos inducían sendos paquetes de impulso económico rescatando empresas y poniendo dinero en el bolsillo de los trabajadores, aquí se insistió en el modelo neoliberal. Se decidió solo apuntalar a la burocracia estatal mediante préstamos basados fundamentalmente en bonos soberanos. El resultado fue el aumento de la deuda de $26,175 millones en 2018 a $37,489 millones en enero de 2021. Un crecimiento de $11,674 millones. Esto es 43% en 2 años.

Al principio de la pandemia las instituciones internacionales calculaban que debido a la fortaleza de la economía panameña con su grado de inversión y ocupando el primer lugar como país de mayor ingreso per cápita en Latinoamérica el decrecimiento de la economía no superaría el 5%. A mitad del año el ajuste al alza de la caída del PIB prometía un decrecimiento no mayor al 10%. El resultado, según cifras oficiales, fue una caída en el PIB nominal de 20.7%. Países como El Salvador sin mucha planificación, sin emisión monetaria pero con una agresiva política de estímulo a la economía que puso dinero en el bolsillo de sus ciudadanos cayó solo 8.5%.

En Panamá el PIB paso de $66,787.9 millones en 2019 a $52,938 en 2020. Perdimos $13,849.8 millones en un año. Esto es un 20.7% en términos nominales. Retrocedimos a la producción de 2015. Un retroceso de 5 años. Pasamos de un ingreso per cápita de $15,831 a un ingreso de $12,373. Una disminución de $3,457.9 por persona. Esto es una reducción de $288 mensuales por persona en promedio.

Algunas veces se celebran los aumentos en el PIB de algunos sectores de la economía sin tomar en cuenta el peso del sector. Por ejemplo minas y canteras creció en 2020 un 22%, sin embargo solo representa el 2.4% del PIB. Esto es un aumento de $353 millones que comparado con la caída de casi $14,000 millones de la economía resulta un monto muy reducido. Dentro de los sectores que más peso tienen en la economía la construcción que ocupaba antes de la pandemia el 18% de la economía cayó 52%, el comercio que ocupaba 18% de la economía cayó 21%, transporte y almacenamiento que ocupaba el 12% de la economía cayó 7%. También cayó la educación privada 22% pero solo ocupaba el 1%. Administración pública, defensa y seguridad social aumentó 13% aunque su peso en la economía es 5%. Las actividades inmobiliarias empresariales y de alquiler que ocupaban el 7% y la manufactura que ocupaba el 6% cayeron 32% y 21% respectivamente. Hoteles y restaurantes cayó 54% aunque solo ocupaba el 3.6% de la economía. La intermediación financiera que ocupaba el 6% del PIB cayó solo un 3.5%.


Si tomamos como buenas las expectativas calculadas muy detalladamente por las instituciones financieras internacionales podemos decir que el efecto del COVID hizo caer la economía no más del 10%, la otra mitad es responsabilidad atribuible a las malas decisiones macroeconómicas del estado que aplicó el modelo neoliberal. Así las cosas, si se cambiara de rumbo, es posible la recuperación de la economía en 2021 más de lo estimado.

Si esta hipótesis es correcta la economía podría recuperase dos dígitos porque la caída de 20% no expresa la verdadera reacción de la economía a la pandemia sino la desacertada decisión de que el estado permanezca como observador impasible en la economía, pero en cambio se endeuda para cubrir la burocracia partidaria.

Si la construcción recupera solo el 50% de lo que perdió, minas y canteras crece el 20% que es
lo esperado pero que puede ser mayor, si se reanima aún más la producción en China, si el comercio se recupera solo una cuarta parte de donde estaba en el 2019, si la logística empujada por el rebote de la economía mundial con el aumento de demanda de insumos a Suramérica y el crecimiento del comercio mundial  recupera la mitad de su caída y el resto crece a una media de apenas 5% que es poco, el crecimiento con respecto al 2020 debe ser de dos dígitos, siempre que continúe la tendencia a que termine la pandemia.

Si surge una tercera ola de contagio y el gobierno continúa con la misma política económica neoliberal, seguiremos cayendo en caída libre hacia el oscuro abismo.

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