Por Felipe Argote
Debo
iniciar afirmando que me siento muy orgullo de mis raíces ngöbes. Un pueblo
noble y valeroso que inicia con sus luchas la recuperación de su puesto en la sociedad
panameña y la defensa de su cultura, al igual que los demás pueblos originarios.
Dicho
esto, afirmo por convicción que nunca he seguido los concursos de belleza
debido a que considero que son una degradación del papel de la mujer en la
sociedad. Considero que a pesar de que este certamen quiere mostrarse en los últimos
años como un concurso que realiza una evaluación integral que incluye
intelectualidad, creo que sigue siendo un escenario en donde se valora a la
mujer tan solo por su apariencia física.
El
concurso de Miss Universo es de todos los concursos, el que presenta esta situación
más evidente. En 2015 varios países latinoamericanos rompieron sus relaciones
con miss universo. Igualmente, muchas cadenas
de televisión decidieron, ante la presión de la población, no participar en la
transmisión debido a las frases xenófobas de Donald Trump, quien en ese momento
era el dueño del concurso. El señor Trump, ahora presidente de los Estados
Unidos de América, vendió sus derechos para evitar el descalabro de la
franquicia.
Entiendo
perfectamente que muchas veces hay que utilizar los medios que existen para
mostrar al mundo lo que somos. También comprendo que se utilizan consciente o inconscientemente
los escenarios e instituciones con que se cuentan para avanzar en las luchas
justas. Martin Luther King, quien sin duda logró los mayores avances en la
lucha contra el racismo hacia su pueblo en los Estados Unidos, era pastor de la
iglesia bautista. El líder negro, asesinado
por su lucha indoblegable ingresó a la misma religión que santifico la esclavitud,
que aprobó los castigos a latigazos a los negros y hasta los asesinatos a los esclavos
prófugos. Sin embargo, el líder antirracista abrazó esa misma religión con convencimiento
y desde su estructura luchó por los derechos civiles y contra la discriminación
racial.
A Rosa Ivette
Montezuma no la conozco personalmente, pero es evidente la dignidad que refleja
de su raza y el orgullo que siente por sus raíces. A su padre José Isaac, no
solo lo conozco, sino que trabajamos juntos como investigadores en el Centro de
Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena en la década del 80, por lo que se dé
su inteligencia, capacidad de trabajo y orgullo de sus raíces.
A Rosa
Ivette le deseo la mejor de las suertes y estoy seguro de que cautivará a todo
el mundo, no solo por su belleza, sino por su inteligencia y gran capacidad de expresarse.
Sin embargo, no puedo, a pesar de lo emocionante que resulta ver a una hermosa
e inteligente representante del pueblo ngöbe teniendo la atención de gran parte
de la población mundial, cambiar mi opinión de no estar de acuerdo con los
concursos de belleza.
Si te pareció interesante, te recomiendo:
EL DORADO DE PANAMÁ
MAMA CHI
LA CIVILIACIÓN GUNA
EL MÁS GRANDE IMPERIO DE LA HISTORIA
http://www.elblogdefelipeargote.com/2012/01/el-mas-grande-imperio-de-la-historia.html
TE FUISTE COMO LOS CHEPANOS
TE FUISTE COMO LOS CHEPANOS
http://www.elblogdefelipeargote.com/2011/07/te-fuiste-como-los-chepanos.html
LA TRIBU DE LOS INDIOS RUBIOS DEL DARIÉN
LA TRIBU DE LOS INDIOS RUBIOS DEL DARIÉN
http://elblogdefelipeargote.blogspot.com/2010/05/la-tribu-de-los-indios-rubios-del.html
DIEZ MIL AÑOS DE EXISTENCIA
DIEZ MIL AÑOS DE EXISTENCIA
KANKINTÚ
GARACHINÉ, YAVIZA Y LA COMARCA EMBERÁ WOUNÁN
LA CIVILIZACIÓN GUNA
No hay comentarios:
Publicar un comentario