Por Felipe A. Argote S.
A propósito de las reformas al código electoral, existen algunos elementos que resultan ser la bisagra entre el problema y la solución, sin embargo son pasados superficialmente, creo a veces que con el malsano interés de evadir el corazón del problema, para que como el gatopardo de Lampeduas todo siga igual.
¿Qué diferencia puede haber entre si el voto se compra en efectivo o si se paga en especie? Ninguna. Personalmente creo que mientras no se establezca claramente como delito electoral la compra de simpatías mediante cualquier tipo de pago sea este bolsas de comida, zinc, bloques o cualquier producto en especie la sociedad tenderá como hasta ahora, a ver las elecciones como una transacción comercial. Anteriormente los votantes fueron engañados tantas veces con la promesa de hacer un puente en donde no existía el rio que finalmente decidieron prostituirse mediante el cobro en prepago. En este caso el votante ya no espera mucho por no decir nada de su legislador, alcalde o representante porque ya cobró por adelantado.
Recuerdo que en las elecciones de 1994 cuando una corriente importante de clase media y baja vio en Ruben Blades la nueva alternativa contra los viejos políticos de antaño por un lado y los que se amamantaron de la dictadura por el otro, me decidí a no votar por su propuesta porque en el cierre de campaña, cuando esperaba una evaluación sesuda de la coyuntura y una propuesta seria, equidistante de los viejos políticos que querían convertirnos en colonia y los que nos querían revertir a mancebos de los militares criollos, me encontré con que el genio musical decidió, según propias palabras, hacer lo que mejor sabe hacer: cantar. Me pareció una aberración que un candidato a la presidencia quisiera ganar adeptos en medio de una pachanga. Hoy, en todos los cierres de campaña la pachanga es el eje y el discurso es accesorio. Los políticos dicen cualquier cosa que parezca simpático en el momento porque lo determinante no son las propuestas sino quien “resuelve” o confiados en la premisa de que los panameños tenemos memoria de corto plazo. ¿Cómo se explica que Guillermo Endara ante su fallecimiento quiera ser elevado a la máxima figura de la política panameña, el mejor presidente de la historia, el verdadero padre de la patria? Si eso fuera cierto, que no lo es... ¿Cómo es que ninguno de esos políticos que se inmolaron en discursos de barricada durante su sepelio, lo apoyó en las últimas elecciones, al punto que desapareció su partido por no llenar la cuota mínima de votos. Me pareció sinceramente ridículo ver a los “cuadros” del panameñismo caminar tomados de los brazos mientras cantaban el himno de acción comunal, cuando Endara tenía más de una década de haber renunciado a ese partido. Como igual de ridículo resulta que el alcalde norteamericano pretenda cambiar décadas de nombrar a la avenida Balboa como tal para transformarla en Cinta Guillermo Endara. Cómo pasó la avenida Balboa de ser cinta coimera a ser... como dijo el nuevo Ministro de Obras Públicas, el símbolo de la ciudad de Panamá? ¿Cómo pasó de ser llamada por todos los políticos hoy encaramados en el gobierno cinta coimera y ahora le quieren llamar cinta Guillermo Endara Galimani. No me sorprendería que removieran la estatua de Balboa de la avenida que hasta hoy lleva su nombre. Ya el propio Endara Galimani removió en su momento la estatua de Urracá del parque de su mismo nombre y la mandó a Veraguas para colocar la del general Francisco Morazán. ¿Qué estatua pondrían en ese sitio? Podrían poner a Endara sentado junto a Roosevelt como lo sueña Mayin Correa, para terminar de cuadricular el círculo.
La supuesta memoria de corto plazo de la sociedad panameña es lo que explica que el Ministerio de Economía asigne por contratación directa nada menos que 2.5 millones de dólares a la consultora privada Mckinsey para que realice el plan económico del quinquenio 2009-2014. Acaso no estuvieron un año de campaña afirmando con vehemencia que su candidato sí sabía como funciona la economía? Que por tanto tenía las respuestas para mantener el crecimiento económico, reducir el desempleo, detener la inflación generalizada disminuyendo el precio de la canasta básica en un 30%, poniendo de paso a raya a la delincuencia mediante la mano dura y solucionando el problema del transporte. Ahora resulta que luego de convencer al 60% del electorado que tenía un plan económico infalible, toma del dinero de nuestros impuestos para pagarle a un empresa extranjera para que le analice y produzca un plan económico porque no existía tal plan.
En síntesis, el sistema electoral minado de clientelismo, por no decir de compra de votos, nos lleva a éstos resultados. Aquellos polvos nos traen estos lodos.
Excelente el artículo de “Aquellos polvos…”, para los mal pensados, no asuman nada lean el artículo.
ResponderEliminarPolli, a mi me conviene que el dolar siga siendo debilucho. Me pagan una miseria pero en euros y cuando mando dinero a Panamá para el ifarhu pues me duele menos el golpe y me queda para comer. Por ejemplo, para mandarle 165 dolores -digo, dolares, al ifarhu, me sale por algo asi como 110 euros mas los catorce EUROS que me mocha el hijo de la chingada de guester yunion. Empresa yanqui que esta acaparando euros.
ResponderEliminarAlguna vez propuse publicamente que en Panama cobren el peaje del canal con exactamente el mismo precio que ahora... pero cambiando la unidad de dolares a euros. ¿Que opinas de esa idea, es descabellada?
Un abrazo compadre!!
Xinón
Piensa que el futuro es una acuarela y tu vida un lienzo que colorear.
Toquinho
Hey chombo!! Ese blog tuyo es tal vez el mejor que he visto hasta el momento!!! Chévere el de los lunáticos y el de los extraterrestres en Cerro Azul...
ResponderEliminarUn abrazo pa tí, pa Carmen, pa'l hijo y pa'l otro hijo!!
Xinón
Piensa que el futuro es una acuarela y tu vida un lienzo que colorear.
Toquinho