A propósito del mundial de fútbol en Sudáfrica muchos, me incluyo, nos hemos sorprendido y mucho más se sorprenderán al ver los lugares tan desarrollados y los sitios naturales tan hermosos que ofrece África. La arrogancia europea que afirma por ejemplo haber descubierto América, cuando aquí ya vivían 30,000 años antes nuestros ancestros, que aseguran haber descubierto el mar Pacífico cuando la misma historia dice que fue el cacique Comagre quien le mostró el camino al aventurero Vasco Nuñez de Balboa, quien luego llegó hasta el archipiélago de las perlas, asesinando y robando a su paso las riquezas de cuanta tribu indígena encontró en el camino, de la misma manera los portugueses, holandeses e ingleses que llegaron al sur de África, hasta la fecha han escondido, por decir lo menos, que en esta amplia región existieron civilizaciones hace cientos de años.
Una de ellas fue la de El Gran Zimbawe, ubicada al noreste de Sudáfrica, en la actual República de Zimbawe. Este país antes de su independencia los colonizadores lo llamaban Rodesia, el apellido del inglés que controló y dilapidó estas tierras como su empresa particular, teniendo a su disposición decenas de miles de trabajadores negros esclavos y miles de mayorales traídos de Inglaterra con el engaño que por estas regiones se encontraban las bíblicas minas del rey Salomón.
Por siglos los europeos habían afirmado que estas colosales ruinas de una ciudad de piedra sin argamasa no podían haber sido construidas por negros, así que aseguraban que tal vez fueron construidas por los fenicios o los árabes. Su ignorancia milenaria los llevo a decidir que se trataba de una ciudad construida para explotar las minas del rey Salomón.
El posterior desarrollo de la arqueología demuestra que el gran Zimbawe fue la capital del imperio Gokomere y alcanzó su mayor desarrollo en el siglo XV. Su fortaleza económica se basó en el comercio de oro. En las excavaciones se ha demostrado que los Gokomere comerciaban con los árabes y con los chinos. El complejo de piedra indica que el gran Zimbawe fue una enorme ciudad con gran actividad económica de más de 10,000 habitantes con recintos de piedra amurallado de más de 10 metros de altura. Una de las construcciones que han quedado en pie es la Gran Muralla que se cree fue levantada alrededor del siglo XII. Contaba con por los menos tres puertas adinteladas de acceso. También ha sobrevivido parte del Palacio Real, una enorme construcción de piedra. Allí se encontró el llamado pájaro de Zimbawe, una escultura tallada en piedra que ahora aparece en la bandera del país. Adicionalmente cerca de la Gran Zimbawe, en las cuevas adyacentes a esa capital de la civilización Gokomere se pueden encontrar pinturas rupestres de más de 35,000 años, mientras los primeros artes rupestres en Europa se desarrollaron 5,000 años después. La Gran Zimbawe ha sido declarada patrimonio de la humanidad por UNESCO. El imperio no solo se extendía en la actual Zimbawe cuyo nombre fue recuperado luego de la independencia sino que incluía parte de la actual Mozambique.
Se cree que su decadencia en el siglo XVII fue debido al agotamiento del oro y la sobrexplotación de la caza y la tala. Cuando ya había variado su actividad aurífera hacia el tráfico de esclavos fue colonizada por los portugueses. Los que quedaron en la estampida formaron el reino de Mutapa en Mozambique. Este fue conocido por los ingleses como Monomotapa. Aquí es donde surge la idea que en esa área se encuentran las minas del rey Salomón. Esto lleva a la llamada Compañía Holandesa de las Indias Orientales a fundar la colonia del Cabo, primer asentamiento europeo que llevará la creación de Sudáfrica. Este argumento fue utilizado por la compañía para convencer a los primeros colonos europeos a que se trasladaran a este territorio. Era falso. No eran las minas del rey Salomón y el oro de Gran Zimbawe estaba agotado. En cambio doscientos años después se descubren en Sudáfrica, específicamente en Johannesburgo, las mayores reservas de oro del planeta. Mientras buscaban al norte de ciudad del Cabo unas minas ficticias estaban asentados, sin saberlo, sobre las más grandes minas de oro del mundo.
Zimbawe fue colonizada a finales del siglo XIX por Cecil Rhodes quien llegó a comerciar el 90% de los diamantes del mundo. Rhodes colonizó Zimbawe esclavizando a los nativos. Tenía su propio ejército privado de su Compañía Británica de África del Sur, con el cual arrebató las tierras a los negros que esclavizó, y fomentó la colonización de granjeros blancos a quienes ubicó fundamentalmente en el área que llamó Mashonaland.
Cien años después, los descendien tes de los nativos negros han expulsado de Zimbawe en forma sistemática a los granjeros blancos, quienes aducen en su defensa que esas tierras han sido ocupadas por ellos por varias generaciones.
Entre Zimbawe y Mozambique se encuentra una de las maravillas del mundo las cataratas Mosi-oa-Toenja (el humo que truena), del rio Zambeze, la cortina de agua más grande del mundo. De ella caen hasta 500 millones de litros de agua por minuto.
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