Cursaba el segundo año de secundaria cuando tuve la alegría y la tristeza de conocer los escritos de Mark Twin al leer su novela: Las Aventuras de Tom Sawyer. Tuve la alegría de descubrir que la lectura era un mundo que me iba dar muchas satisfacciones en la vida, brindándome júbilos que nunca imaginé, y tristeza porque descubrí que había perdido varios años de mi vida pensando que la lectura era un castigo tortuoso al que me obligaban los maestros en un afán de hacerme lo mas desgraciada mi existencia. Había tenido pésimas experiencias al leer novelas insufribles para mi edad como Platero y Yo, y otras de las cuales los maestros me obligaban a memorizar personajes y hechos pero no a analizar y mucho menos a disfrutar su contenido.
Por eso cuando leí a Mark Twin y las Aventuras de Tom Sawyer, y luego Las aventuras de Huckleberry Finn se inicio mi interés por la lectura que mantengo hasta el día de hoy.
Debido a eso me fue tan agradable presenciar en el Teatro en Circulo el musical Rio Grande, una adaptación de la novela de Mark Twin Las Aventuras de Huckleberry Finn. Realizada originalmente por Roger Miller y William Hauptan, ganadora de 7 premios Tony, ha sido realizada en Panamá bajo la producción de Alida Gerbaud, con la dirección del laureado Bruce Quinn, con la dirección musical de Dino Nugent y coreografía de Bárbara Berger en el Teatro en Circulo. Fue como reencontrarme con los viejos héroes de Las Aventuras de Tom Sawyer y con muchos de sus personajes. Volví a toparme con Tom y su gran amigo el vagabundo Huckleberry Finn, con el esclavo Jim, la viuda Douglas y el juez Tatcher.
Esta puesta en escena de Bruce Quinn, Dino Nugent y Barbara Berger me sorprendió enormemente por la altura a que se ha elevado el teatro en Panamá y especialmente los musicales.
Lo mejor de la obra sin lugar a dudas son las voces, con muy especial mención para las cantantes Odette Versailles y Yaritza Maga quienes hacen de solistas en la escena de “ The Crossing” en que se desliza una barca en donde retornan encadenados los esclavos que fueron atrapados luego de intentar escapar. Muy buena también fue la participación musical de Daniel Gallimore quien desempeña el papel del esclavo Jim especialmente en la interpretación de "Free at Last". Sobre las actuaciones debemos mencionar el papel muy sobresaliente de Ludwik Tapia y Arturo Montenegro quienes se presentan como King y Duke, un par de estafadores de camino que le dan a la obra un toque de boudeville especialmente en la escena de “The Royal Nonesuch”.
La dirección musical de Dino Nugent es sin duda de alto nivel. Acompañado de nueve músicos desarrolla con tanta nitidez las partituras que muestran un reflejo de la elevación de la calidad interpretativa de nuestro medio. Los tiempos en que en Panamá los asistentes al teatro nos conformábamos con poco son historia. Así lo han entendido los productores y directores pero también porque cuentan con mayor profesionalismo de los actores, músicos, bailarines y cantantes. La coreografía de Bárbara Berger es una especial demostración del alto nivel de formación y experiencia que acompaña su curriculum. Los bailes son sencillos pero de buena calidad interpretativa, respaldados por la academia de danzas Steps.
Definitivamente que no puedo menos que recomendar la asistencia a ver esta obra tanto a los aficionados al teatro como los que les gusta la música, ya que posee un buen nivel con breves problemas de dicción del protagonista principal y sobreactuación en la interpretación del personaje de Tom Sawyer.
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