Por: Felipe Argote
La beca universal, que de paso no es universal porque no incluye a los tres últimos años de secundaria, a mi juicio aportará más por detener la delincuencia juvenil que los toques de queda, la mano dura o la mano durísima. Las voces que hoy exigen que no sea universal y que debe dársele solo a los que no fracasan para que sea un verdadero incentivo lo hacen por ignorancia o ingenuidad, para atribuirles el beneficio de la duda.
El cincuenta y ocho por ciento de los jóvenes desertan del salón de clases y los que no logran engancharse como aprendices de obreros de la construcción, estibadores, buceros, empaquetadores sin salario de los super 99 o buhoneros se convierten en fácil presa de las pandillas.
El incentivo no puede pues entregarse por sacar buenas notas o aceptables notas, la crisis es tan profunda que debe entregarse solo por permanecer en el sistema educativo, para alejar a la juventud de las calles y darle la oportunidad de convertirse en trabajadores con un nivel de autoestima que les evite caer en la tentación de las drogas y la delincuencia.
Yo voy mas allá, creo que debe subirse a 50 dólares a los de segundo ciclo o sea de décimo, a doceavo año. Este es el sector más proclive y que más está abandonando la escuela ya que entran en una edad en que sus necesidades exigen un ingreso mayor. Sabemos que algunos dirán que deben existir mayores controles para evitar que los padres se adueñen de los 20 dólares y en vez de aplicarlos a gastos escolares o alimentación se lo beban y jueguen en la miles de cantinas y casinos que pululan por los barrios populares. Pues bien, debe haber controles. Pero en el peor de los casos, el padre que de forma egoísta exige a su hijo que estudie y permanezca en el sistema educativo para aprovecharse de este mínimo incentivo, sin quererlo, está ayudando a su hijo. Como diría Adam Smith, su afán egoísta beneficia a la sociedad.
Pero por supuesto deben existir algunos controles mínimos. Por ejemplo la beca debe entregarse a la madre y no al padre que en nuestra sociedad, lastima decirlo, son en su gran mayoría una partida de irresponsables. Pero más que quitárselo a los que no sacan buenas notas debe subírsele a los que lo hacen, eso sin ningún lugar a dudas tendrá beneficios palpables para el conjunto de la sociedad. En los países capitalistas desarrollados la educación básica es realmente gratuita. Sin tener la necesidad, porque en estos países la mayoría de las familias tiene dinero suficiente para pagar por la educación de los hijos, el estado no solo le brinda educción de calidad con docentes bien remunerados, no como en nuestro país en donde la docencia muchas veces es un refugio de los que no tiene la capacidad para insertarse en el mercado laboral. Le brinda buenas escuelas, con amplias áreas verdes, computadoras e implementos deportivos, todos los libros y cuadernos, la alimentación y hasta el transporte gratuito de su casa a la escuela y de la escuela a su casa. Eso porque ya saben que necesitan que su nueva generaciones se eduque. Invierten en el futuro y con esto ahorran posteriormente en gastos de represión al crimen. Debido a eso, entre otras cosas, son países desarrollados.
Esas son algunas de las razones por la cuales considero que los que hablan de paternalismo son ignorantes o ilusos. Tanto la beca universal como la red de oportunidades son medidas que no se inventaron en Panamá, que ya se han utilizadas y demostrado su efectividad en otros países. Tal es el caso de Brasil donde ha sido efectiva para romper en muchos casos el circulo de la pobreza. Espero que esta medida, por demás acertada, que es a todas luces muy poca, no haya llegado además muy tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario