Por: Felipe Argote
Estuve tentado a esperar conocer un poco mejor la isla y sus habitantes antes de escribir este artículo, pero luego decidí escribir la primera impresión que me causó el arribo a este país tan lleno de contradicciones.
Recibí una sorpresa al ver que Puerto Rico no era lo que me imaginaba, una ciudad caribeña parecida a Panamá, la Habana o Santa Marta. Por el contrario, me encontré con una ciudad más parecida a Miami solo que con boricuas en lugar de cubanos. Con JC Pennys, K marts, Sears y Macys. Todos conectados por una gran red de highways. Para conseguir un taxi no basta con pararse en la calle y levantar la mano. Hay que llamarlo por teléfono. Para alquilar un carro fue necesaria una fila de dos horas. En el hotel de 14 canales solo 3 son en español a pesar que solo el 3% de la población es bilingüe. Esta población es en su mayoría blanca con pocos afro caribeños y ningún indígena. Aunque un reciente estudio señala que los boricuas poseen en su ADN alto nivel de taino, antiguos pobladores de la isla y de guanche procedente de la isla de Tenerife en las canarias.
Cuando los primeros españoles llegaron a la isla estaba habitada por los indios tainos. La llamaban Boriken o Borinquen. Estos eran unos pobladores extremadamente pacíficos que le regalaron a los invasores oro y collares de caracoles pues los veían solo como adornos. Esta actitud de los taínos que contrastaba con los bárbaros españoles que no contaban con el baño como parte de sus costumbres y la deslealtad, la traición y la inquina eran parte de su tradición, como bien lo cuentan sus propias historias, confundieron esta hospitalidad con la repetida estupidez de considerar que los indígenas los creían dioses.
Diego Salcedo fue uno de los primeros adelantados que al contactarse con los pacíficos tainos acaudilla dos por el cacique Agüeivaná decidió esclavizarlos obligándolos a buscar más oro. Estos luego de comportarse mansamente decidieron rebelarse contra su opresor ahogándolo en un rio. La fábula española dice que lo hicieron para comprobar si era un dios. La verdadera historia es que por nobles que fueran los taínos no soportaron la extremada crueldad del español que pagó con la vida su avaricia.
A la larga, la enorme ventaja tecnológica española, su codicia, sus enfermedades y su brutalidad acabó por someter primero y extinguir después a la noble raza de los tainos cuyos genes siguen, como se ha comprobado, corriendo por las venas de los actuales puertorriqueños.
Tal vez debido a esta pasividad Puerto Rico es un pueblo que nunca ha conocido la libertad, ni la independencia. Mientras desde principios del siglo XIX un gran número de territorios americanos nos desembarazábamos de la opresión española, no es hasta 1868, con el grito de Lares que se da el intento de emancipación de la isla, el cual fue controlado rápidamente por los colonizadores españoles. Hasta 1897 Puerto Rico logra la llamada Carta Autonómica, que le da una autonomía, pero no independencia a la isla por parte de España, con la mala suerte que un año después explota la guerra de Estados Unidos contra España donde el naciente imperio le arrebata los últimos territorios coloniales a la otrora invencible corona española. Tanto Puerto Rico, como Cuba y las Filipinas pasan a ser propiedad de los Estados Unidos. Mientras Cuba sigue con su identidad y logra su independencia y Filipinas logra su independencia pero pierde una parte de su identidad, ya que fue obligada a cambiar su idioma español por el inglés, Puerto Rico sigue teniendo un status de colonia o algo muy parecido. Cuba logró su independencia en 1902 aunque con un nivel de intervención norteamericana, Filipinas continúa su guerra independentista que inicio contra España, luego contra Estados Unidos, donde mueren más de un millón de filipinos, pero logra independizarse en 1946. Puerto Rico se conformó con su status de estado libre asociado que aun posee.
En los referéndum que se han desarrolla do en la isla para opinar sobre sus status la mayoría ha votado o por seguir siendo lo que han denomina do estado libre asociado o bien han votado por convertirse en una estrella más de la bandera de los Estados Unidos. De hecho el partido independentista solo logró en las últimas elecciones un 2.5% de los votos con lo que perdió lo que aquí llaman franquicia como si fuera un equipo de beisbol o una tienda de comida chatarra. Un análisis superficial demostrará la razón de esta actitud.
En Borinquén viven alrededor de 4 millones de personas, aunque en Estados Unidos viven otros cuatro millones de puertorriqueños. O sea que es una población un poco mayor que la panameña y muy parecida a la de Costa Rica.
Mientras en Panamá y Costa Rica el Producto interno Bruto per cápita es de 7,000 dólares al año en Puerto Rico es de 18,000 dólares. Mientras en Panamá existen 25,000 educadores en Puerto Rico existen 42,000 mucho mejor pagados. En Puerto Rico el 9.8% del presupuesto se dedica a la educación universitaria.
El PIB total de Borinquen es de 90,000 millones de dólares. Casi cuadruplica el de Panamá o Costa Rica. El 44.5% de su PIB proviene de la industria, un 55% del sector servicios y tan solo un 0.5% del sector primario. Tiene una balanza comercial favorable de 3,600 millones de dólares. A pesar de esto posee un desempleo del 16% y una inflación del 14%.
Recientemente con el plan de rescate de la economía del presidente norteamericano Barack Obama se ha destinado una inyección económica hacia uerto Rico del orden de los 5,000 millones de dólares. Esto es casi una cuarta parte del PIB de Panamá y muy parecido a los 7,000 millones que nos cuesta la expansión del canal.
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