Por: Felipe Argote
Desde el piso cuarenta y seis del Double Tree hotel Sofitel
puedo otear los puentes impresionantemente adornados con luces de colores sobre
el rio Huangpu. En el camino sobresalen edificios
de más de 80 pisos. El Jin Mao, décimo edifico más grande del mundo y por
supuesto el espectacular Shanghái World Financial Trade Center con sus 485
metros de altura, el tercer edificio más grande del mundo, solo superado por el
Burj Califa de Dubai de 636 metros y las torres Abraj Albait en Arabia Saudita con 559 metrtos. En Panamá y Latinoamérica el edificio más
alto es el Trump Ocean Club de 293 metros de altura hasta que se inaugure el dificio costanera en Santiago de Chile de 300 metros de altura, hasta que se inaugure la torre 2 del Megapolis en Panamá que tendrá 340 metros de altura.

Esta formidable
ciudad de más de veinte millones de habitantes tiene un tráfico
extraordinariamente desordenado. Mientras viajo hacia el encuentro con unos
amigos al restaurante que han reservado, me resulta difícil pensar que en esta
misma urbe se desarrolló la famosa batalla de Shanghái, donde el ejército
japonés derrotó de forma aplastante al
general Chiang Kai Shek, quien perdió aquí sus mejores tropas ilusoriamente
esperando el apoyo occidental. De aquí los japoneses se vengaron de la gran
resistencia china al moverse a Nankín, donde ejecutaron una de las orgias de
sangre y violaciones más grande de la historia. Se calcula que asesinaron más
de 300,000 civiles en Nankín. Actualmente a Shanghái se le conoce como la París
de oriente.



A nivel económico, a pesar de entrar a las reformas
económicas mucho después que otros sectores del sur de China, Shanghái se
convirtió rápidamente en la más importante economía, no solo del sur, sino de gran
parte del mundo. El puerto de Shanghái es el de mayor movimiento de carga en el
mundo y el segundo en movimiento de contenedores después de Singapur. La bolsa
de valores no está abierta a todas las inversiones extranjeras y aun así es la
segunda de Asia. Shanghái es sin lugar a dudas el mayor centro comercial y
financiero de China.
Finalmente me regresa la grata impresión antes sentida en Hong Kong, al no ver personas obesas, salvo una que otra con sobrepeso, pero nada que ver con la cantidad de jóvenes y adultos extraordinariamente obesos que se ven comiendo doble hamburguesas con queso y beicon en las calles norteamericanas, especialmente en New Orleans.
Si te pareció interesante, te recomiendo:
NEW ORLEANS: CAJUN Y ZYDEKO
LAS VEGAS: UNA CAJA DE SORPRESAS
AMSTERDAM: LA CIUDAD DE LAS BICICLETAS
LA GRAN MURALLA CHINA
RALEIGH NC
NEW ORLEANS
KENTUCKY
DESAPARECEN LAS ANTILLAS HOLANDESAS
PARIS: UN MUSEO AL AIRE LIBRE
ORLANDO Y LOS SEMINOLES
LA MARSELLESA
CAROLINA
MAYAIMI
VIVA LAS VEGAS
BORINQUEN
No hay comentarios:
Publicar un comentario