QUINIENTOS TREINTA AÑOS DE RESISTENCIA
Por Felipe Argote
URRACÁ |
La etnia Ngäbe-buglé tiene una larga historia de lucha, de coraje y valentía. Desde los tiempos de Urracá, quien luchó y derrotó militarmente por espacio de nueve años al mejor armado ejército invasor saqueador español.
Urracá era, según lo describió Fray Bartolomé de la Casas “de musculatura, porte, valentía, inteligencia, liderazgo y carisma de guerrero, por encima de lo normal.” Esta es la más antigua referencia que se tiene de la lucha de los ngöbe por defender su tierra. Urracá, como muchos indígenas americanos que creían en la hidalguía y honestidad de la palabra empeñada, fue también engañado por los tramposos españoles quienes lo convocaron para una reunión de negociación en Natá de los Caballeros. Al llegar el guerrero fue apresado y llevado en cadenas hacia nombre de Dios con el fin de enviarlo a España. El noble cacique logró escapar de su cárcel y regresó entre la selva hacia sus tierras donde continuo hostigando al enemigo. No se conocen las razones de la muerte del gran cacique Urracá.
Los ngäbe toman el mayor aporte de sus creencias de los cantos buglés. Según esto:
"Al principio de los tiempos, todo era caos, los animales se expresaban oralmente y luchaban entre sí por constituirse en donkin kri kate menbibi, que significa superior jefe terrenal y poder mandar sobre la tierra, pero el donkin kri kate koguinbidI, que significa superior cósmico, jefe, Dios, quien consideró que algo hacía falta, y creó al hombre y a la mujer ngöbe de generación u origen divino.”
Esto se expresa verbalmente en los llamados Ka o cantos bugles. Todos los Ka están en buglé o murire El hablar el bugle es reconocido como signo de cultura ya que para poder interpretar los cantos es necesario hablar esta lengua. Los ngöbe en cambio hablan normalmente el ngóbere o moveré. Estos dos vocabularios difieren tanto en sus palabras como en la fonética. Los ngöbe bugle habitan estas tierras desde hace 10,000 años. De origen Chibcha vivían de la agricultura, la caza y la pesca en los valles y costas del litoral pacífico hasta las selvas del atlántico. Sin embargo, a pesar de su tesonera lucha por mantener sus tierras han sido poco a poco obligados a moverse hacia las montañas por el hombre blanco. Esto en su momento fue un golpe muy duro para esta nobles grupos étnicos pues tuvieron que variar sus costumbres. La rica tierra fértil de los valles era muy productiva, las áridas montañas no lo son.
Ser ngäbe bugle es tener un amor profundo a sus antepasados, sus raíces y cultura. Un ngöbe bugle prefiere renunciar a la vida que perder sus tierras, ya que perder su tierra es como perder su alma.
A pesar de que el 90 por ciento de la población ngäbe bugle vive en la pobreza o pobreza extrema poseen un alto nivel de dignidad y arraigo pos sus creencias místicas y son extremadamente leales. Después de muchos años de lucha la comarca ngöbe bugle fue creada en el año 1997. La capital de la comarca es Llano Tugri. Está dividida en tres regiones
La región Ñokribo (Kusapin y Kankintú)
La región Nedrini (Besiko, Mironó y Nole Duima)
La región Kodrini (Muná y Ñürüm)
Actualmente existen tantas concesiones para la explotación minera en el territorio que puede afectar a dos tercios de la comarca. El gobierno solo juega con las palabras acusando a los indígenas de no permitir las hidroeléctricas y ha preferido la represión antes que el dialogo
Sin embargo dado el nivel de organización y convencimiento de los más de 150,0000 ngöbe bluglés que habitan la comarca y muchos que se han visto obligados a emigrar por sobrevivencia es muy improbable que al menos este gobierno pueda imponer su voluntad de permitir la devastación de lo último que le queda al pueblo ngöbe bugle maxime que este cuenta con la simpatía del resto de la población, especialmente de los grupos ecologistas que ven la segura devastación de los ríos y playas del país debido a la insaciable voluntad de un pequeño grupo de inversionistas que ve en la explotación minera y la instalación de hidroeléctrica un negocio fabuloso.
Dentro de la comarca existen varios grupos minoritarios: los Teribes, los bokotas y los bribri que habitan en la frontera con Costa Rica.
Mi esposa Carmen ha visitado por su trabajo como socióloga todas las áreas de la comarca, yo en cambio solo he pernoctado en Kankintú en la región Ñokribo. Me pareció un lugar paradisíaco a la altura de la montaña, muy limpio, con sus casas elevadas por troncos y una vegetación espectacular.
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