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29 de febrero de 2012

CUARENTA MINUTOS MÁS EN EL EPISCOPAL SAN CRISTOBAL

Por: Felipe Argote


Mi hijo Jahir, quien estudia en el Instituto Episcopal San Cristobal, acaba de iniciar el quinto año, o como se dice ahora, el onceavo año, en la carrera de bachiller en ciencias bilingüe. Me informa Jahir al regresar de su primer día de clases, que debido al volumen de materias que debe estudiar este trimestre, el colegio ha decidido que los martes el horario escolar se extenderá cuarenta minutos adicionales.

Esta carga horaria se suma a los días que ensaya después de clases en la fabulosa banda de música que dirige el profesor Earl Greaves, adicional a las reuniones del grupo de liderazgo que dirige la profesora Zoraida Almengor de Cáceres, que desarrolla sus reuniones cada quince dias despues de horas de clases.

Los sábados debe también ensayar en la banda de música, pero adicionalmente es opcional que tome el curso de mandarín para sumarlo a los actuales conocimientos de español, inglés y francés con que se graduará el próximo año.

Banda de música del Episcopal San Cristobal
Es probable que no opte por estudiar mandarín, lo cual le interesa bastante, porque muy probablemente vuelva a clasificar en las olimpiadas intercolegiales de matemáticas, por lo que el colegio le pondrá, a su costo, un profesor de matemáticas, quien lo prepararía con dos horas de matemáticas los sábados junto con los demás compañeros y compañeras antes de su ensayo en la banda.

¿Será que Jahir no tendrá vida propia, no participará en los eventos familiares y perderá su preciada juventud por la sobrecarga educativa? De ninguna manera. Tiene una vida normal, va al cine, participa de cuanta fiesta se programa y se hace presente en todas las actividades familiares.

Ahora me pregunto ¿Cómo pueden los estudiantes de los colegios públicos tener una educación medianamente buena si a las doce del día son expulsados de las aulas escolares para que entre el turno de la tarde? ¿Cómo pueden aprender los del turno de la tarde si son expulsados de las aulas antes de las seis por que viven en sitios donde es peligroso caminar de noche?

Luego, cuando estos estudiantes de los colegios públicos se presentan a los exámenes de admisión de la universidad se enfrentan al fracaso, con el agravante de que en seguida se les responsabiliza a los mismos estudiantes de su fracaso. Tomemos en cuenta que éstos son los que logran subir la loma, ya que tres de cada diez varones y cuatro de cada diez mujeres en edad escolar de premedia y media ni siquiera asisten a la escuela.

El estado panameño dedica en el presupuesto del 2012 apenas el 3.7% del PIB a educación, menos de 1,000 millones de dólares, Esto es inferior a lo que se gastará ese mismo año en la construcción del metro, mientras las escuelas están hechas un desastre en la capital y en la comarca prácticamente no existen.

Escuela de Cerro Maíz Comarca Gnäbe-Buglé
No estoy en contra de modernizar nuestra infraestructura. Sé que el transporte es uno de las traumas que reducen la calidad de vida del panameño de a pie, sin embargo el no comprender que se necesita una verdadera revolución educativa, que se inicie de arriba hacia abajo y no de abajo hacia arriba, que se necesita crear colegios de primer mundo en donde existen las concentraciones de estudiantes para que no tengan que moverse diariamente de Tocumen, Chilibre y Chorrera hacia Paitilla, pero que se construyan en los centros de concentración de los estudiantes, no en Playa Leona, un pueblo alejado habitado por menos de 10,000 personas.

Una alta funcionaria del MEDUCA, a pregunta sobre la distribución de la tarjeta del metro bus afirmó que no se habían entregado porque “cuando se les preguntó a los estudiantes para determinar a quien entregársela resulta que ahora todos vivían lejos” lo cual demuestra que el MEDUCA no solo no tiene idea de donde viven los estudiantes, sino que tampoco comprende que sí, viven lejos. ¿Cuántos estudiantes que estudian en Richard Newman, la Profesional Isabel Herrera Obaldía o el Remón Cantera viven en la exclusiva área de Paitilla?

Se debe terminar con las escuelas de doble turno. La jornada escolar debe culminar a las dos de la tarde y luego iniciar los reforzamientos académicos, el deporte, la poesía, los clubes de matemáticas, de ciencias, los círculos de lecturas, todas esas actividades que existen en las escuelas privadas y están vedadas para las escuelas públicas. La reforma curricular, ese tan poco publicitado cambio del modelo educativo en que por fin, treinta años después, se rompe con la tradicional educación conductista y se cambia a un concepto postconstructivista en el que se pasa de una educación centrada en el docente, a una educación centrada en las competencias; de una educación bancaria (Pablo Freire) a una educación basada en saber conocer, saber hacer y saber ser, no se puede parar por si sola.

Esta modernización solo puede tener sentido si se crea un ambiente mínimo en las aulas donde funcionen los baños, existan bancas, no se le caiga el techo encima a los estudiantes y docentes. Un lugar donde los alumnos no tengan que viajar por horas y de noche para aburrirse en un salón de clases, donde una profesora jubilada hace diez años, repite de memoria lo que escribió hace cuarenta años en su tarjeta amarilla.

Hay que construir nuevas escuelas y darles el presupuesto adecuado, hay que incentivar con mejores salarios a los directores y realizar verdaderos concursos para estas posiciones. Si el director no tiene la capacidad y solo se colocó como tal para evitar dar clases y pellizcar partidas, pues los altos funcionarios seguiran culpando a sus subalternos de la mala administracción de las escuelas.

Salvo mejor criterio.
BASTA DE HISTORIAS DE ANDRÉS OPENHEIMER
DIA CONTRA LOS ESTUDIANTES
TODOS CONTRA LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES
ANEL DAVID RUIZ NO ES NOTICIA
POBREZA Y EDUCACIÓN
LO ESTUDIANTESNO NO SE VAN DE VACACIONES
MANO DURA CONTRA LOS NIÑOS DELINCUENTES

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DAJA EDICIONES: DANIEL, FELIPE Y JAHIR ARGOTE

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