Por Felipe Argote
Muchos panameños se gastan una
pequeña fortuna para viajar de vacaciones a Medellín, Punta Cana y Miami.
Algunos con más dinero disponible se van de vacaciones a Bocas del Toro.
A un par de horas de camino,
menos tiempo de lo que te toma llegar al Valle de Antón, puedes subirte a la lancha
que te lleva a uno de los tres lugares mas hermosos del planeta, según expertos
turísticos. Pero ya antes, a media hora de camino, estás disfrutando de la selva
tropical con sus miles de tonos de verde.
Playas transparentes, arenas
blancas, sin olas peligrosas, una calma que solo se consigue al llegar al paraíso,
con la diferencia que en este paraíso tropical no tienes que morirte para
llegar. Es la Isla de Perro Chico o dicho en lengua guna Assudub Bipi. Se dice
que el nombre viene del avistamiento de manatíes o vacas marinas en décadas
anteriores lo que los gunas llamaron perros marinos. Esto les dio el nombre a
las islas tanto de Perro Chico como la muy cercana Perro Grande.
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| Foto. Mi Gente que Hizo Historia por Rodelick V. Richard y Belisario Artman |
Este paraíso queda a media hora
de Puerto Cartí o mejor Puerto Niga Kantule, un sagla dirigente de la revolución
Guna de 1925, que fundó la primera biblioteca comunal en 1958, obtuvo una de
las primeras lanchas con motor fuera de borda y logró la construcción del aeropuerto de
su comunidad de Gardi Subdub, donde muere en diciembre de 1977 a la edad de 87
años.
Para llegar a este paraje espectacular
sales de la ciudad de Panamá, ya sea por el corredor norte o el corredor sur hacia
la 24 de diciembre. Lueo sigues la carretera interamericana, pasas Pacora y Chepo. Luego
de Chepo verás una gasolinera A/B y 10 minutos después verás un Food Mart a tu
derecha en una estación Texaco. Justo en frente veras una estación Delta. El
Food Mart está muy activo como si fuera un Vaiven de las estaciones Terpel que
hay en la carretera hacia el interior. Tiene todo lo que necesitas para llevar
al paseo. Las islas de Guna Yala son uno de los pocos lugares que conozco en el
planeta en donde puedes llevar neveras con tus bebidas y hasta hacer tu asado
llevando tu propio asador, aunque te advierto que te debes llevar toda tu
basura cuando regresas. No lleves cigarrillo porque no está permitido fumar en
las islas.
Ya justo enfrente del Food Mart está
la carretera hacia Guna Yala. Solo se permiten carros doble tracción. A pocos kilómetros
de camino entendí la razón. Los ascensos son muy pronunciados y las curvas presentan
ángulos a veces imposibles que no te permiten ver si luego de la curva continúa
el ascenso. Por esa razón el Congreso General decidió, luego de malas
experiencias, evitar introducir grúas en este camino sinuoso de solo dos vías pues
paraliza muchas horas el trayecto.
A medio camino, una media hora de
viaje, te encuentras en la comarca. Debes pagar 5 dólares por persona si eres
de nacionalidad panameña o residente y 20 dólares si eres turista extranjero. En
el camino vas a disfrutar de una vista espectacular, de abundante vegetación selvática
y muy probablemente de animales que cruzan la ruta, así que debes tener cuidado.
En mi visita encontré un gatosolo y vi levantarse varios halcones.
A casi una hora de carretera desde que saliste del Food Mart llegas a Niga Kantule, donde inmediatamente te recibe un bien organizado grupo. Aquí pagas en efectivo 35 dólares por persona por el viaje en lancha. Aunque algunos afirman haber pagado 5 dólares por el estacionamiento, a mi me dijeron que al pagar el viaje en la lancha está cubierto el estacionamiento. El vehículo estará en un área cercada, en una playa de estacionamientos enorme, atendida por cuidadores identificados con chalecos del Congreso. En este lugar hay baños por los cuales se paga 25 centavos por su uso.
Todas las lanchas y los motores
se ven como nuevas. Hasta los chalecos salvavidas de uso obligatorio para todos
los viajantes se muestran nuevos, ya que la inclemencia del sol y la sal marina
no han deteriorado su brillo original. El puerto es de cemento con varios
muelles. Ya en camino me dicen que en la
primera isla que avistamos bastante habitada la comunidad ha decidido trasladarse
a tierra firme, porque el nivel del mar ha ido aumentando peligrosamente debido
al calentamiento global. Media hora de viaje y de observación
de diversas islas impresionantes llegamos a Perro Chico. Puedo observar al
atracar que o bien el avance de este sitio turístico es muy rápido o las fotos
de internet son viejas. En las fotos de internet se ve un pequeño muelle de
madera, pero el muelle es de cemento donde caben cómodamente no menos de cinco
lanchas al mismo tiempo y adicional cuenta con techo.
Perro Chico es una isla privada
cuyos propietarios son un grupo de diez personas que han hecho la inversión y
mantienen la propiedad y lucro de la isla. Como propietarios pueden lucrar,
alquilar o vender. Para que no salten de alegría los inversionistas le diré que
solo se puede alquilar y vender a miembros de la comarca. En esta isla hay varias
atracciones: El barco hundido, donde puedes hacer snorkel a 10 metros de la
orilla y hay abundancia de peces de colores, en el otro lado de la isla puedes
ver corales o puedes avistar mantas a unos metros más afuera si tienes
experiencia en nado o buceo. De nuevo los videos en internet están
atrasados. Se dice que solo hay cabañas con baño afuera. No es cierto, ya
existen cabañas de madera con baños dentro y hasta un pequeño balcón. En esta
isla se filmó parte del primer capitulo de la tercera temporada de la serie
española Casa de Papel. Aquí es donde Rio y Tokio viven por dos años en un
paraíso del Caribe. La casa de caña y hojas de palmera donde Rio busca el arma
portátil que luego no dispara a las patrulleras es donde actualmente se venden
cocos por 2 dólares que luego llevas al restaurante y pagas 3 dólares por una
medida de ron que se le echa al coco para disfrutar de una refrescante bebida
de ron con coco.
La isla esta impecablemente
limpia. Quien deje caer una lata inmediatamente es reprendido. No hay colillas
porque se prohíbe fumar. Hay un restaurante con tres platillos fundamentales:
Pollo o pescado con patacones o arroz con coco y ensalada por la ridícula suma
de 12 dólares, langostinos por 15 dólares y langosta por solo 20 dólares. La sazón
es espectacular y provoca repetir. No hay moscas ni mosquitos en las
islas. De hecho, eso es una de las razones por la que la mayor parte de los
gunas viven en las islas, pero tienen sus tierras de producción en tierra
firme.
Las cabañas aparecen en sitios de
internet a unos precios muy por encima que si lo haces directamente o mediante
un operador turístico guna. Hay paquetes en donde te buscan a tu casa en la
madrugada y te regresan en la tarde transportándote en vehículos doble tracción
donde caben 6 personas. El Congreso General Guna no permite la entrada para
lucrar a operadores, vehículos o personas que no sean de la comunidad. Tal vez
por eso la nula publicidad por parte del gobierno y entidades estatales de
turismo a este paraíso.
Debo decirlo que es algo que
agradezco al Congreso General Guna, ya que de lo contrario ya hubieran
convertido estas paradisiacas islas en el basurero al aire libre en que han
convertido otras áreas del Caribe en donde las comunidades se han visto
perjudicadas por la elevación de los precios debido al ingreso de extranjeros con
mayor poder adquisitivo y muy poco se han beneficiado en su calidad de vida por el turismo. En cambio en Guna Yala los beneficiaros son los hombres y mujeres de la comunidad. Se nota la calidad de vida de los habitantes, no hay niños pidiendo plata ni vagabundos sin oficio ni esperanza.
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